Me encarta verte, Luna.
Y tenía ganas de verte, Luna.
¿Bucle?
No. Añoranzas.
Anoche salí a verte pasar.
De nuevo, radiante, fulgente, clara, tranquila, PLENA.
Siempre bella.
Tú.
Querida Luna azul.
Aquí me tienes, delante de ti, triste y solitario, parado mirándote. sin sueños, sin un amor al que rendir pleitesía.
Tú sabes de quién soy. Sabes qué deseo. Y que el deseo es poder cuidar de alguien.
¿Realmente serás capaz de concederme el deseo que te pido hoy? ¿Aparecerá delante de mi y me abrazará? ¿Me sostendrá los brazos? ¿Vendrá a susurrarme a los oídos que la adore?
Querida Luna azul, deja de estar triste, concédeme mis deseos y vuélvete dorada.
Querida Luna azul, tengo tanto que contarte y pedirte, que tan sólo espero, algún día, poder agradecerte que todos mis deseos se hayan hecho realidad.
Mientras tanto, sólo me queda, pararme delante de ti, mirándote y contarte mis deseos.
(Inspirado en Blue Moon de Ella Fitzgerald