Sol en Acuario (III)
Usted afina especialmente con los ideales que se han dado en llamar de la Era del Acuario. Estos ideales están ligados a la libertad, el desarrollo individual integral, la fraternidad, la universalidad y la caída de todo tipo de barreras entre sexos, culturas, niveles sociales y orígenes diversos. Es una persona autodidacta porque le gusta formarse y forjarse a sí misma: leyendo aquello que considera conveniente, buscando fuentes de información por donde su intuición le va guiando, y aportando siempre elementos nuevos y originales a su propia educación y formación, tanto personal como profesional.
En el amor, es una persona de gran sensibilidad y que, sobre todo, considera que la relación de pareja se ha de basar en una previa, básica y profunda relación de amistad. No concibe un romance o una relación amorosa en serio si no hay capacidad de comunicación ni de intercambio de proyectos, de ilusiones, de experiencias y de anhelos. De otra forma, usted prefiere simplemente no mantener una relación formal, puesto que necesita que la persona amada le apoye también en su amplio mundo mental. Lo que sí ha de tener en cuenta es que ello no es fácil de conseguir a la primera, es decir, en un flechazo y durante los primeros meses de una relación. Para ir consiguiendo esa comunicación que usted concibe como ideal, es necesario trabajar día a día la relación sentimental, por supuesto partiendo de la base de una persona que tiene facultades como para acompasarse con usted. Con frecuencia, usted no se da cuenta que está yendo demasiado rápido con su mente, y no es que su pareja no sea inteligente, sino que usted se lanza demasiado y no espera por nadie. Debe comprender que en la era de Acuario las parejas han de caminar de la mano, y si en un momento alguno se adelanta un par de pasos más, hay que mirar atrás y dar un pequeño tirón de la mano para que el otro se acompase de nuevo, y así sucesivamente. Entonces, idealice a su pareja pero aprenda a idealizarla poco a poco, según la relación va siendo más profunda y el amor va surgiendo en todos los niveles.
Su capacidad de idealización del amor le hace vibrar en un terreno en el cual siente las emociones limpias, nítidas, claras y exentas de pasionalidad. A usted no le gustan las escenitas de carácter pasional, que incluyen los celos y los tira y afloja en las parejas. Prefiere concebir su relación como algo original, donde cada uno disfruta de libertad personal y donde cada cual encuentra en el otro una fuente de inspiración y mejoramiento individual. Por eso, necesita hablar con su pareja acerca de sus anhelos de libertad, procurando que cada uno sepa en qué terrenos el otro quiere disponer de cierto tiempo para sí mismo y para realizar sus propias actividades. Si usted acompasa las áreas de libertad que cada uno necesita, ciertamente no tendrá problemas para hacer que su relación sea muy duradera. Si no consigue en el plano del amor que la otra persona le entienda sus necesidades de libertad personal, entonces usted se puede sentir como en una jaula de oro, y ello le puede hacer pensar en la ruptura. También debe recordar que al formarse una pareja siempre existe una pérdida relativa de libertad personal aunque, también, esa libertad aumenta en otros sentidos, ya que la propia vida de pareja permite posibilidades que en solitario no se dan.
Por tanto, no se puede desligar la responsabilidad de una relación amorosa, al igual que una verdadera relación amorosa no tiene por qué coartar la esencia individual de cada cual, sino ciertamente lo contrario. Eso sí; tanto su pareja como usted deben estar informados acerca de lo que el otro va a realizar durante el día, y a qué horas se van a ver. Solamente mediante una comunicación fluida se puede mantener una armonía entre el lazo o unión amorosa, por un lado, y por la otra parte, la libertad individual que cada uno siempre habrá de conservar.
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