Betis y Lorca

Ciao, queridos.

El título de la entrada no es que se refiera a un partido del Glorioso, sino que iba a escribiros sobre la inmensa alegría que me da que mi Betis weno, ese que siempre está en mi corazón y en mi mente (más en mi corazón que en la mente), haya ascendido a Primera División de donde nunca debería haber salido. Esa alegría que te recorre el cuerpo cuando ves como gol tras gol, tienes más cerca un sueño deseado. Y esa alegría de no volver a repetir lo que se sucedió el 15 de junio de 2009 que fue un grito unánime que algo debería cambiar en el Real Betis.

Pero esa alegría es efímera, pues hoy cuando me levanto y leo los periódicos online, observo ojiplático que en Lorca, esa ciudad blanca murciana, ha sufrido una sacudida en las entrañas de su ser. 10 muertos que después ha bajado a 8 y con la esperanza que no vuelva a subir. Y más cuando mi familia y mis amigos murcianos están a sólo un rato de coche de allí. Afortunadamente para ellos todo ha salido bien. El problema es cómo recuperarse del susto y del destrozo para una ciudad en la que más de 10.000 de sus habitantes ha tenido que dormir fuera de sus casas.

Alegría efímera.

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Edito: aún no somos esquipo de primera.