Te pienso continuamente.
Sé que podría verte en breve.
Pero en esta ocasión te habrás ido por el horizonte cuando estés pletórica.
Pero me contengo y no te busco.
No pasada nada. Volveré a tenerte en mi cabeza pronto.
Querida Luna azul.
Aquí me tienes, delante de ti, triste y solitario, parado mirándote. sin sueños, sin un amor al que rendir pleitesía.
Tú sabes de quién soy. Sabes qué deseo. Y que el deseo es poder cuidar de alguien.
¿Realmente serás capaz de concederme el deseo que te pido hoy? ¿Aparecerá delante de mi y me abrazará? ¿Me sostendrá los brazos? ¿Vendrá a susurrarme a los oídos que la adore?
Querida Luna azul, deja de estar triste, concédeme mis deseos y vuélvete dorada.
Querida Luna azul, tengo tanto que contarte y pedirte, que tan sólo espero, algún día, poder agradecerte que todos mis deseos se hayan hecho realidad.
Mientras tanto, sólo me queda, pararme delante de ti, mirándote y contarte mis deseos.
(Inspirado en Blue Moon de Ella Fitzgerald